Cogida del brazo de Angelo, salimos de la habitación dirigiendonos al ascensor para subir a la última planta donde era la reunión de los narcotraficantes, cuando paro y se abrieron las puertas me fije en cada uno de los hombres que allí se encontraba rodeados por sus sicarios, nos acercamos a ellos presentandome Angelo como su socia principal, nos sentamos todos alrededor de una mesa que había y empezaron los hombres a hablar de sus condiciones. Angelo les expuso las suyas mientras los demás no apartaban la vista de mi.
— Doscientos kilos te puedes llevar en este viaje y habrá más pero con una condición, que tu socia aquí presente venga en cada recogida — dijo uno de ellos
— Vengo a por más Botelli, no hemos hecho un viaje muy largo para tan poca cocaína necesito más, doscientos los tengo ya pedidos, quiero quinientos o no hay trato — dijo Angelo
— Ahora mismo es mucho Angelo, no queremos que los de la DEA —-
— Me da lo mismo, quinientos o nada — contestó Angelo sin dejar hablar al ho