78. Nayra
Narrador Omnipresente
El llanto de la pequeña Nayra resuena como un eco poderoso que se expande por cada rincón del palacio, anunciando su llegada con una fuerza única e inigualable, distinta a cualquier cachorro que haya nacido antes en ese lugar.
La voz corre por todas las manadas, haciendo que la alegría entre los lobos sea incontenible: su Rey ha regresado y, con él, la esperanza encarnada en la pequeña heredera que acaba de nacer.
Las manadas están de fiesta, los alfas quieren ir a conocer a la futura Reina y dar la bienvenida a su Alfa Supremo.
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Ann descansa plácidamente, mientras el Alfa, con manos temblorosas, toma a la pequeña Nayra en sus brazos. Para él es el tesoro más delicado y perfecto del mundo. La observa con devoción absoluta, su pecho lleno de emociones indescriptibles.
—Potra, gracias por darme el regalo más preciado de mi vida, por hacerme el hombre más feliz y pleno del universo —murmura, con la voz quebrada y los ojos brillando con lágrimas de gratitud mien