79. Digno de su Reina.
Júpiter entra en la habitación con una amplia sonrisa, llevando una bandeja repleta de comida y frutas frescas, seguida de Lennon, Salvador y Vanessa. Coloca la bandeja sobre una mesa cercana.
—Traje algo para que recuperes fuerzas, Ann —dice Júpiter, pero rápidamente desvía su atención hacia Arón, que sostiene con cuidado a la pequeña Nayra en sus brazos—. ¿Me permites cargar a mi sobrina mientras ustedes comen? —pregunta, extendiendo los brazos con ansias.
Arón duda un instante; el vínculo con su hija es demasiado fuerte y no quiere soltarla. Sin embargo, tampoco desea parecer egoísta.
—Debes sostener su cabecita con cuidado —advierte, entregándosela con cierta resistencia—. Aunque, ¿puedes hacerlo con ese enorme vientre que tienes? —agrega con una sonrisa juguetona.
Júpiter achica los ojos y le lanza una mirada asesina que haría retroceder a cualquiera.
—Otro que quiere probar el estanque de los crustáceos —amenaza con una sonrisa maliciosa, mientras toma a Nayra entre sus brazos c