MARCOS SAAVEDRA
Guardando la compostura, no actué hasta que Silvia llevó a Emilia hacia su habitación. Tomé a Ivonne del brazo y la arrastré hasta la puerta, entre gritos y reclamos. —¿Creíste que sería tan fácil que te vuelvas la señora Saavedra? —pregunté divertido después de arrojarla al jardín.
—Señor Saavedra… No entiende… Lo que ocurre es que…
—Lo que ocurre es que entraste a esta casa creyendo que eras mejor que ella —contesté conteniendo mi furia—. Pensaste que podrías regresar con tu familia como toda una heroína al conseguir su lugar. Incluso sospecho que lo que ocurrió en la boda de tu prima, fue a propósito.