CAPÍTULO 109. Suéltame, Alejandra
CAPÍTULO 109. Suéltame, Alejandra
La abrazó, la besó, la escuchó protestar y no le hizo ningún caso mientras Alejandra lo golpeaba furiosamente... con un cojín.
—No me dolió —gruñó Scott sobre su boca porque sentía que cada vez lograba enojarla más cuando la besaba y según el abuelo, enojada era bueno.
—¡Si me sigues besando así otra cosa es la que te va a doler! —replicó ella y Scott tiró de su silla hacia el centro de la habitación, sentándose él en uno de los divanes para quedar a su altura.
—¿Cómo estás, nena? ¿Mar, el abuelo? —le preguntó con un nudo en la garganta porque los había extrañado mucho.
—Todos están bien. Mira. —Le mostró docenas de videos que le había hecho de Mar, Beast y el abuelo, y Alejandra mientras pidió la cena a la habitación porque él no podía separarse del teléfono.
—¡Dios, cómo extraño a esa princesa! —susurró.
—Mar también te extraña —replicó Alejandra—. Y vas a estar con ella muy pronto.
—¡Por dios dime que me tienes alguna buena noticia porque me estoy