ROJO PROMESA. CAPÍTULO 40. Pendiente
Era dulce, preciosa, risueña… y cuando tenía hambre era como un gremlin mojado. Mauro se enterneció cuando vio aquella carita de su lado de la cama y de repente se dio cuenta de que eran solo las seis.
—¿June…? Cariño ¿qué haces despierta tan temprano? ¿Tuviste