ROJO PROMESA. CAPÍTULO 39. Un estilo clásico
—¿Cómo que nada? ¿Qué quieres decir?
Mauro tiró del brazo de su tío hasta uno de los despachos de la casa y cerró la puerta tras él, asegurándose primero de que nadie venía a interrumpirlos.
—Exactamente como lo oyes. Nada. Los únicos dos hombres invol