-¿Cómo te encuentras?- le preguntó Neilan tomando asiento junto a él y sirviéndole un poco de leche.
-Bien ¿Por qué lo... preguntas?-
Daylhan agarró el vaso con ambas manos y se lo acercó hasta la boca.
-No, por nada solo que... hueles a Keerd-
El castaño se atragantó con la leche y empezó a toser. Neilan le miraba, con media sonrisa pintada en los labios.
-¿Y qué tal te fue?- indagó con tono travieso.
Daylhan tragó saliva. Turbado, agachó la mirada, se frotó las manos contra sus muslos y murmuró:
-Yo...yo no...ocurrió...ocurrió al...al revés-
El rubio abrió los ojos como platos.
-¿¿Keerd te montó??- exclamó sorprendido.
Fue una suerte que Eren y Kyeran no estuvieran. Coloreándose, el joven asintió.
-¿Y...eso...por qué?- se extrañó Neilan.
-No...no tengo ni...ni idea solo...solo sé que...él fue quien...-
Daylhan se calló y volvió a agachar la cabeza.
-Eeh, oye, no pasa nada- tranquilizó Neilan asiend