Capítulo 68. Una gran actuación.
Fernando siguió a Ximena por el jardín hasta que finalmente la alcanzó frente a la fuente de agua.
—¡Ximena!
Fernando respiraba rápidamente y de forma agitada por los pasos rápidos que debió dar para llegar hasta allí.
—¿Qué quieres, Fernando?—, preguntó Ximena deteniéndose y dando una oportunidad a Fernando.
—Te quería pedir disculpas. No fue mi intención meterme en tu vida privada.
—No es solo eso, Fernando. Te he notado muy cercano desde que volvimos de Europa.
Fernando se quedó un poco pensativo en silencio. Aquellas palabras de Ximena lo habían tomado por sorpresa.
—No, Ximena. Yo no....
—Si lo haces, Fernando. Quizás no lo hagas conscientemente. Pero lo haces—, reclamó.
—Pensé que solo querías darme fuerzas en este momento tan difícil.
—Mira... Lo siento mucho por la muerte de tu padre. Estoy aquí para darte todo el apoyo moral que necesites, pero...
—¿Pero?
—Pero aunque estoy muy agradecida por lo que hiciste por mí en Letonia. Necesito que respetes mi espacio personal