Capítulo 47. Mala decisión
El siguiente día sorprendió a Ximena desnuda sobre su cama y completamente dormida.
El padre Samuel tocó a la puerta y la despertó con el ruido de sus nudillos golpeando la madera desde afuera.
—¡Ximena! ¡Es hora de desayunar!—, dijo el padre Samuel haciendo que Ximena abriera los ojos—, Te espero en el comedor dentro de cinco minutos.
Ximena abrió los ojos y vió de inmediato que estaba completamente desnuda. Así que se arropó rápidamente con la sábana, sintiendo mucha vergüenza a pesar de que el padre Samuel no podía verla.
—¡Muchas gracias, padre Samuel! ¡Iré enseguida!—, dijo luego de cubrir su cuerpo.
Ximena trató de hacer memoria y recordar por qué razón estaba desnuda. Entonces entendió que había pecado con sus manos durante la madrugada pensando en el cuerpo del padre Samuel. En ese momento sintió tanta vergüenza de sí misma. No podía creer que hubiera hecho eso dentro de una iglesia. Pero ahora no podía hacer nada más que pedir disculpas a Dios y continuar con su vida.
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