Capítulo 158. Enemigo descubierto.
La noche había llegado rápidamente y Félix Lancer se arreglaba para visitar su club nocturno favorito.
Frente al espejo de su habitación perfeccionaba el look que lucirá en esa ocasión.
Un traje negro y elegante confeccionado en suiza justo a su medida y con broches de oro. Una corbata que combinaba a la perfección y un perfume francés que muy pocas personas en el mundo se podían dar el lujo de usar.
En medio de la finalización de su vestimenta, alguien tocó a la puerta.
—¿Quién es?
—Es Ayala, señor.
—Adelante... pasa...—, indicó Félix sin dejar de ver ese espejo.
El escolta pasó y entró en la habitación para dar una información de manera personal.
—Está listo el trabajo, señor Félix. Los cuerpos de Adelina y Sierra nunca más serán encontrados—, informó Ayala.
—No digas nombres—, reclamó Félix—, ¿Qué clase de novato eres tú?
—Lo siento mucho, señor Félix. Yo...
—¡Cállate! ¡No quiero escucharte!
—Si, señor Félix.
Félix se llevó la mano al rostro en señal de frustración.
—