Capítulo 115. Se llamará Félix.
El hijo de Félix Lancer y Ximena Montenegro era un varón sano que nació literalmente en cuna de oro.
El doctor Ugarte en persona se lo colocó a Ximena en su regazo, como si fuera un regalo que le estuviera dando.
—Hola, pequeñito—, los ojos de Ximena se inundaban de brillo y ternura cada vez que veía a su hijo.
—Felicidades, mamá. Ya el bebé está fuera de peligro y usted también—, dijo el doctor Ugarte.
—Entonces, ¿Ya me puedo ir?
—La verdad es que me gustaría que se quede un día más bajo vigilancia médica y mañana veremos si podemos darla de alta—, dijo el doctor—, Pero al menos, hoy podrán verlo al mismo tiempo.
—¿Verlo?
—Papá y mamá—, respondió Ugarte—, Ya puede pasar el señor Félix Lancer aquí también.
El doctor Ugarte abrió la puerta y Félix entró acompañado de Urdaneta y Ramiro.
—Sólo puede pasar el señor Félix...
—¡Cállese doctor!—, exclamó Félix.
—¡Sólo puede pasar el papá!—, insistió Ugarte.
—Ellos son los padrinos—, bromeó Félix mientras violaba las reglas del doctor.