Después de una larga e interesante charla, al terminar de merendar, Fabio me acercó hasta mi casa.
- Hasta mañana, hermosa - Me despide con un tierno beso en los labios. Respondo con una sonrisa.
Daniela, que estaba espiando por la ventana, abre la puerta. Erick estaba dentro.
- Definitivamente, debemos tener cuidado con la tal Beatriz - Dice mi hermana con una seguridad que me alarma - Cuéntale.
Erick, que estaba unos metros más alejado, se acerca ante el pedido de Daniela y comienza a hablar.
- Fue por el taller de mi padre. Dice que está casada, pero no vive el marido en esa casa. Hasta intentó coquetear con él. Le dejó el vehículo y lo pasó a buscar más tarde.
- ¡Viste! ¡Nos mintió! A ti te dijo que se mudó con el marido - Exclamó DanielaErick resopla y continúa
- Según él, todo iba bien hasta que abrió el baúl y encontró unas cosas que le pusieron la piel crespita...
- ¿Qué cosas? ¡Cuénta