- Disculpe, señorita. ¿Ha visto por casualidad a una chica parecida a ella, pero más chica? - Fabio se acercó a preguntar en el stand de helados artesanales, el más cercano que estuvo a nosotras al momento de separarnos.
- Claro, las vi juntas - La mujer de unos treinta dos años asiente con su cabeza mirando hacia a mí.- ¿Sabe hacia qué dirección puede haber ido esa muchacha? - Vuelve a insistir. - La verdad que no. Recuerdo haberla visto sentada, por allí - Señala el mismo banco donde acordamos reunirnos - Pero luego le serví unos helados a dos jóvenes y la perdí de vista. - Bien, muy amable de todas formas - Saluda Fabio, ella le responde con una sonrisa forzada y se aparta. - Espere. ¿Cómo eran esos jóvenes? - Consulto, con la esperanza de escuchar algo relevante. - Oh... No lo recuerdo bien. Hoy vino mucha gente ¿Sabes? Lo único que se me viene a la memoria es que no se veían como chicos agradables. Quisieron colarse en la fila. P