Capítulo 34. "La verdad saldrá a la luz"
Después de los últimos acontecimientos, me di cuenta que perdí el miedo. O al menos, eso creía.
La sombra del árbol volvió a oscurecer la habitación, pero para ese entonces, ya me estaba venciendo el sueño. Lo suficiente como para averiguar el misterio de la ausencia del viento.
- Qué día de locos. ¿Verdad? - Mi madre se paró en la puerta de mi habitación antes de acostarse. Supongo que venía a darme también las buenas noches.
- Ajam... - No tenia fuerzas para contestar y menos, para abrir los ojos.
- Ni te imaginas lo que te espera mañana.
- ¿A qué te refieres? - Pregunté con mi típica voz de dormida.
- Va salir a la luz, toda la verdad. Vas a volverlo a ver.
- ¿A quién? - Abrí mis ojos, pero no había nadie ahí. El silencio era absoluto. ¿Había soñado?
Cuando amaneció, todo estaba muy tranquilo en casa. Desayunamos en paz y cada una empezó con sus actividades. Fui con mi madre al municipio.
Una vez sentándome frente al escritorio, Fabio ingresó regalándome su irresistible sonrisa.