Algo en el interior de Lucy comenzó a encenderse, algo abrasador que crecía desde el interior de su vientre y recorría todo su cuerpo, manteniendo a cada una de sus terminaciones nerviosas en constante atención.

—Estabas celosa —la voz de Sawyer se abrió paso a través de sus sensaciones.

Había sorpresa en el tono de voz de él. era consciente de que ella se sentía atraída por él, pero no sabía que fuera hasta el punto de sentir celos.

—Pues sí, estaba celosa —admite ella, después de la escena que había montado, ya no tenía sentido negarlo.

—Quiero dejar una cosa bien clara, no tienes nada por lo que estar celosa. Pero… —Sawyer le mordisquea la oreja, deslizando su mano hacia la parte delantera del cuerpo de ella. Sus dedos curiosos se sumergen en su cintura— me gustó mucho. Es bueno saber que te vuelvo tan loca como tú a mí.

Dicen que los actos hablan más que mil palabras y Sawyer acababa de comprobarlo.

Lo mucho que la reacción de Lucy lo había puesto, era increíble. Verla marcando te