Capítulo 58

Marco veía esos iris color miel, y en verdad, era como si pudiera sentir la dulzura en su boca, la calidez y la suavidad recorrer sus labios, y de pronto comprendió que lo que sentía eran los labios de León, y sin detenerse a reparar en nada, lo tomo con fuerza de la cadera, apretando la piel de aquel lugar con sus dedos, hasta casi enterrarlos, y León se quejó, alejó su rostro, pero entonces, Marco fue sobre él, mostrándole al pelirrojo lo que era un verdadero beso, disfrutando de como los ojos de León se abrían con sorpresa al sentir su lengua jugar con la de él, y el sonrojo tomaba sus mejillas, haciendo suspirar a Marco.

— … — Marco se alejó cuando sintió que León se desmallaría por falta de aire, porque él también estaba mareado, su boca se abrió para respirar con fuerza, mientras León solo lo veía, con asombro.

— Eso no se parece a un beso de amigos. — musito el pelirrojo tocando sus labios.

— Eso no fue un beso de amigos, ahora quédate quieto, debo curar tu espalda.

Raro, así s
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