—Mamá, lo siento, parece que arruiné tu reunión —se disculpó Christian con la cabeza gacha mientras salían por la reja de la familia Ramírez.
Alessia miró a su dramático hijo y dijo:—Entonces, ¿cómo piensas compensarme?
—¿Eh? —el pequeño levantó la cabeza de inmediato, nervioso, sin mostrar ni una