Los ojos almendrados de Alessia se entrecerraron ligeramente al asentir, y entró en la casa.
En cuanto entró, vio a Ava sentada en la sala.
Al verla regresar, Ava, contrariamente a su comportamiento habitual, no mostró hospitalidad. En cambio, la miró con frialdad, como reprimiendo su enojo.
Alessia