Justo cuando Dominic estaba a punto de conducir el coche hacia el patio, Tiffany lo adelantó de repente. Dominic, temiendo un accidente, trató de esquivarla apresuradamente, pero ya era demasiado tarde.

Al girar Dominic, el frente de su coche chocó con el de Tiffany.

Con un fuerte “¡bang!”, el coche se sacudió violentamente y Dominic casi se golpea la cabeza.

La colisión no fue pequeña; aunque amortiguada por el sonido de la lluvia, Alessia y Riley, que estaban en la sala tomando juntos, aún la escucharon.

Alessia y Riley se levantaron, fueron a la ventana y corrieron las cortinas, solo para ver que los dos coches habían chocado.

La calle del vecindario no era ancha, pero tampoco estrecha; perfectamente permitía que dos coches circularan lado a lado.

¿Cómo pudo ocurrir un choque cuando todo parecía estar bien?

—Otro accidente —dijo Riley, sacudiendo la copa—. Dominic ha estado conduciendo imprudentemente últimamente.

Alessia lo miró y se disponía a salir cuando Riley la detuvo, usando