POV DE ISABELLA
Solo hay dolor. La cabeza, el pecho… Un dolor que quema. El costado, el brazo. Dolor. Dolor y palabras susurradas en la penumbra. ¿Dónde estoy?
Aunque lo intento, no puedo abrir los ojos. Las palabras en susurros se van volviendo más claras, un faro en medio de la oscuridad.
—Tiene una contusión en las costillas, señor Blackwood, y una fractura en el cráneo, justo bajo el nacimiento del pelo, pero sus constantes vitales son estables y fuertes.
—¿Por qué sigue inconsciente?
—La señora Reyes ha sufrido un fuerte golpe en la cabeza. Pero su actividad cerebral es normal y no hay inflamación. Se despertará cuando esté preparada para ello. Solo dele un poco de tiempo.
Me relajo y vuelve la inconsciencia alejándome del dolor.
Todo pesa y me duele: las extremidades, la cabeza, los párpados… nada se mueve.
Mis ojos y mi boca están totalmente cerrados y no quieren abrirse, lo que me deja ciega, muda y dolorida.
Según voy cruzando la niebla hasta la superficie, la conscienci