Mientras Carlos leía la carta, sus manos le temblaban cada vez más. La carta detallaba minuciosamente la enfermedad de Mariana, sus decisiones y el recorrido emocional de sus últimos tres días.
Daniela se derrumbó a la mitad de la lectura. —¡Mi hija... mi pobre hija!
En ese momento, Carmen encendió la televisión e insertó la memoria USB. —Esto es lo que la señora me pidió que reprodujera hoy.
Las imágenes de vigilancia mostraban todo lo que había pasado en el hospital tres días atrás. Carlos le había dado la oportunidad de tratamiento a Viviana. Ni siquiera había consultado la opinión de Mariana.
Luego siguió una grabación: la conversación entre Viviana y su amante Ricardo. Cada palabra cortaba a los presentes.
—El plan va muy bien, Mariana se está muriendo.
—Fingí estar enferma tantos años, nunca sospechó nada...
En la sala solo había silencio.
—¡No! ¡Esto es falso! —Gritó histéricamente.
Pero nadie prestó atención a sus justificaciones. Carmen siguió sacando más evidencia: resultados