Capítulo630
Valleluz. Cuando Ximena y Alejandro llegaron, el personal de servicio trajo a los pequeños de regreso.

Al bajarse del coche, Ximena se quedó mirando a Liliana, vestida con un vestido de princesa amarillo pálido y una capa roja sobre los hombros, y se quedó un momento sorprendida.

Liliana generalmente vestía de manera más informal, y después de unos días sin verla, la verla vestida como una pequeña princesa fue una sorpresa.

Sintiendo la mirada, los dos pequeños voltearon hacia Ximena.

Sus ojos se iluminaron de alegría y rápidamente la llamaron:

—¡Mamá!

—¡Mamá, has venido!

Liliana corrió hacia Ximena primero, se lanzó a sus brazos y se frotó contra ella.

—Mamá, Liliana te extrañaba mucho.

Ximena se inclinó para levantar a Liliana, pero Alejandro intervino:

—Tu lesión en la clavícula aún no ha sanado.

La mano de Ximena se quedó suspendida en el aire, y miró a Liliana con una expresión de disculpa.

—Lo siento, Liliana, mamá aún no puede abrazarte.

—No te preocupes, mamá— respondió Lil
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