Se mordió el labio y dijo:
—Diego, no necesitas disculparte. Lo que pasa entre él y yo no tiene que ver contigo.
—Estrella, sé que estás muy enojada. Ya regañé a Juan, él también se dio cuenta de su error, solo que tú lo conoces, desde pequeño es terco, orgulloso por naturaleza. Que se disculpe bajando la cabeza es algo muy difícil para él.
—¿Pero cuando uno comete un error, no es natural disculparse?
Esa pregunta tranquila y fría de Estrella dejó a Diego un poco paralizado. Suspiró levemente y dijo:
—Estrella, todos conocemos el carácter de Juan. Que vaya a buscarte activamente ya representa que se está disculpando. Como novio, no controlar bien los límites con el sexo opuesto fue su error, pero Estrella, Juan desde el principio solo ha amado a una persona: tú. Quizás él mismo no se da cuenta de lo importante que eres para él. Estos días ha estado bebiendo constantemente para ahogar sus penas, se hace el duro y no dice que es por ti, pero cada vez que se emborracha y lo llevo a casa,