Inmediatamente marcó su número, pero le indicó que el teléfono estaba apagado.
La expresión de Daniel se volvió severa, como si se hubiera formado una capa de hielo entre sus cejas. Rápidamente llamó a Miguel.
—Presidente, ¿qué pasó?
Del teléfono salió la voz adormilada de Miguel, claramente despertado de su sueño.
—Estrella tiene problemas. Ahora voy a donde vive para revisar las cámaras de seguridad. Investiga a las personas cercanas a ella, necesito sus datos de contacto.
—Entendido, señor Quiroz, me pongo en ello ahora mismo.
Daniel colgó el teléfono, se levantó de la cama, se cambió de ropa y salió de casa en auto.
......
A la mañana siguiente, Estrella despertó sintiendo un dolor de cabeza punzante. Se sentó en la cama, pero aún se sentía aturdida.
Esta sensación era parecida a cuando anteriormente tenía insomnio severo y dependía de pastillas para dormir todos los días.
Pero no había tomado somníferos, probablemente era porque era la primera vez que dormía en los Zelaya y no hab