Dominic:

Meses después.

—Nos vemos en la próxima sesión Dominic.

—Gracias doctora.

Estreché su mano, me puse de pie y salí del consultorio.

Han pasado meses desde que Malena se quitó la vida frente a mí, desde entonces nada fue sencillo para mí puesto que yo mismo vi como ella se disparó en la cabeza y como su cuerpo caía al suelo.

Desde entonces mi vida se había vuelto un desastre. Mis hábitos para dormir no fueron los mejores, constantemente tenía pesadillas sobre lo ocurrido y por más luchaba, el rostro de Malena no salía de mi mente. Aquellos ojos cubiertos de lágrimas, llenos de miedo, no salían de mi cabeza.

Y eso para mí, fue una constante tortura.

Amelie me motivó a ir a un médico para que me ayudara con ese problema y la verdad me ha funcionado muy bien, ahora puedo dormir más tranquilo, puedo hablar con Amelie sin sentir vergüenza o sentirme mal. La verdad es que tengo a mi lado un gran apoyo.

Por otro lado, decidí irme de esa casa.

Dentro de ella no conservaba ningún bonito