La mañana no trajo paz, sino una alerta en el cuerpo de Alejandro que no le permitió dormir. El reloj marcaba las 6:12 AM cuando se levantó de la cama sin mirar atrás. Las sábanas aún conservaban el calor del cuerpo de Elena, pero él ya estaba en otra parte, con la mente afilada y el corazón palpitando con una rabia fría y controlada.
Había tomado una decisión.Ya no iba a permitir que nada ni nadie amenazara a su familia.Con el móvil en la mano, marcó un número sin titubear.-Ramírez, quiero a todo el equipo legal en la oficina a las ocho. No acepto retrasos. Y necesito que el área de seguridad privada revise los movimientos de Esteban Calderón en las últimas 48 horas. Si alguien lo ha visto cerca de Elena o Matías, quiero saberlo. -Hizo una pausa breve, su voz era una mezcla de control y furia contenida-. También activen e