El almuerzo estuvo en un ambiente agradable, Keila y Michael, anunciaban que irían a su luna de miel, así que al regreso terminarían de darle los últimos toques a la casa, Horacio colocaba a su disposición lo que necesitaran, el mismo se encargaría que todo quedara perfecto.
-Hermanito querido…es una noticia estupenda-.
-Me parece perfecto Horacio, así tu hermana encontrará su nido de amor hecho un sueño-. Kat sonreía.
George preguntaba por Marla, nunca faltaba a un almuerzo.
-Si mamá jamás se pierde de uno-.
Aida le marcaba constantemente, pero sin obtener respuesta alguna.
-Es extraño que no me responda, creeré que algo se le presentó-.
- ¿Y cómo está tu madre Aida? No es un secreto para ninguno de nosotros el momento que atraviesa, quizás por eso no vino hoy, a lo mejor quiera estar sola, un tiempo-. George sonrió para tomar la mano de Aida y apretarla con cariño.
-Sabes que cuentas con nosotros querida-. Kat le abrazó. -Te amamos como una hija-.
-Kat yo también te amo mucho-.
-Bue