Calvin miró a Úrsula mientras su voz era algo tensa. La conocía bien, siempre buscando oportunidad de algún numerito de esos característicos de ella.
-Gracias Úrsula, siempre tan atenta y amable-.
-Haré el almuerzo-.
-Vaya que ayuda la que me brindas, iré por unas cosas para la ensalada, ahora regreso, puedes ir adelantando-.
-Claro tía-. Sonreía con aquella picardía tan suya, inocencia y juego en su mirada, como en sus palabras.
Calvin tomaba el periódico para darle un vistazo a los clasificados, deseaba encontrar un lugar más grande para mudar las oficinas de Victoria, cada día llegaban más clientes, nuevos proyectos, y requería una bodega, su oficina también estaba sujeta a cambios.
-Bien Úrsula espero que cocines algo delicioso…me iré al estudio a leer mi periódico-.
Ella le salia a su encuentro.
- ¿Dónde crees que vas? -.
-A leer, hay que estar atento a las noticias ¿Qué, no lees noticias? -.
-Claro que no, son tristes y caóticas, no me gustan-.
-Deberías alimentar tu cerebrito c