El evento de la reina
Cuando terminamos de desayunar y tener sexo de nuevo, sabré la mesa de su cocina, algo impensable para mí, pero ahí estaba… sucumbiendo de nuevo, cayendo en sobre la misma piedra, y me gustaba… me obsesionaba perderme en su boca y sentir la dureza de sus manos sobre mí. Respire hondo intentando calmar mi respiración. Apunté mi pantalón, cuando sentí sus labios besar mi nuca poco a poco.
—Tengo que irme… mi jefe me necesita.
—Lo sé... pero tengo que darte algo. —Me giré con expresión confusa, tomo una pañoleta azul y la amarro en mi muñeca. Alce mi mirada he inquirí.
—Que… es esto.
—Déjatela todo el día y aléjate de las multitudes por lo menos hoy… ira disminuyendo con el pasar de los días. Y si te sientes mal llámame inmediatamente… —No tenía tiempo para preguntar detalle, tenía que irme, si le hacía ilusión le haría caso, aunque no pegara nada con mi ropa formal, a veces no entendía a este hombre.
—Está bien, lo que tú digas… ahora por favor llévame a la e