Nueva York, dos meses después...
Matteo
- Las pérdidas se han recuperado – me informa Vicenzo – aun estamos buscando a Raffaele y a Gabrielle.
- Muy bien – observo por la venta a mi esposa con Carla, se han hecho muy amigas, ella ya no trabaja como sirvienta sino que ayuda a mi esposa, desde que Massimo me pido que le entregara a Carla las cosas cambiaron.
- ¿Cómo se siente? – observa por la ventana señalando a mi esposa que se ríe de algo que dice Carla.
- Se siente bien, algunas noches le cuesta dormir, los antojos son asquerosos pero... las hormonas son hermosas – me da una risita y me observa.
- Jamás te había visto tan feliz hermano, me alegra que seas feliz, tus padres estarán orgullosos.
- Gracias hombre – Massimo entra como alma que lleva el diablo, lo observo y se que me trae buenas noticias - ¿Qué sucede? – pregunto.
- Los encontramos – dice – encontramos a Raffaele, Federico y a Gabrielle – me informa y eso hace que una sonrisa cubra mis labios.
- ¿Dónde los tienes? – le pr