6. ¿Comprendes lo que significa?
Las miradas de las trabajadoras que no habían ido a trabajar todavía se posaron en mí. No fue necesario que dijeran completamente lo que necesitaban; con solo su mirada sabía que estaba en problemas. Quien entró fue el gerente del hotel.
Su mirada, de esas que se sabe cargan malas noticias, vislumbraba un simple pensamiento: no sabía ni siquiera cómo empezar. Con su mano me hizo una señal para que saliéramos fuera de la habitación donde nos preparábamos las encargadas de limpieza.
Con incertidumbre lo seguí. Él me pidió ir a su oficina, pues —según me comunicó— teníamos que conversar algo importante. No me comentó nada, pero sabía que no era algo bueno. Al llegar a la oficina, que se erguía como un guardián listo para revelar los secretos del universo, ni siquiera pude apreciar el arte de los cuadros que tenía ni los muebles. Los nervios afloraban en mi cuerpo, por lo que apenas noté el color de ella. Blanca, aunque en muchos lugares representaba “pureza”, en este momento la sentía co