45. Todo eso es falso
Sus ojos curiosos no solo buscaban respuesta; había algo más. A pesar de que no estábamos tan cerca, nuestro alrededor parecía tener un aura encriptada.
—Louisa, ¿responderás?
Sin poder evitarlo, agité levemente la cabeza como si buscara devolverme los pensamientos. Intenté mostrar mi sonrisa más amable, aunque en ese momento me sentía atrapada en un tornado. Emocionalmente estaba caótica, y físicamente se notaba de inmediato… ni siquiera cuando estuve bajo constante abuso por parte de mi tía mi cuerpo había mostrado un cansancio tan evidente en tan pocos días.
—Estoy bien, Nickolas —lo observé con detenimiento—. ¿Qué haces aquí?
—Café —levantó su vaso con calma—. Es una de las mejores cafeterías —sus ojos se posaron fijamente en mi rostro—. Disculpa que te pregunte de nuevo, pero ¿de verdad estás bien? Es que tu rostro está apagado, además de que te vi golpeando la columna —dejó escapar una sutil sonrisa intentando ser gracioso—. Si haces eso continuamente, le harás un hoyo a la p