28. Justificarte
POV Dante Ferrari
Guiaba la silla de ruedas de una manera imponente. Mi mera presencia era suficiente para hacer que todos se sometieran ante mí, agacharan las cabezas y hicieran lo que pedía. No había nadie que no se doblegara, excepto él.
La relación con mi hermano en nuestra juventud era lo normal: yo lo protegía, él me veía como el mejor hermano. Todo comenzó a cambiar cuando entré a la compañía familiar. Escalé de maneras insanas, hice todo igual o mejor que nuestro abuelo y las acciones se duplicaron. Mi hermano entró a la ecuación. Todo iba bien con él siendo subdirector, entonces uno de sus planes provocó una ganancia moderada. Le di su crédito, le di su dinero, pero aun así no solté el liderazgo. Año por año pareció que algo cambió dentro de Alessandro. Estábamos obligados a colaborar juntos porque nuestro abuelo nos lo exigió o le daría la empresa a alguien más.
Pretendimos tratarnos como hermanos, sobrevivir a la competencia, solo seguir siendo el CEO y el que estaba por de