Narrado por Fatima Hneidi:
Dejamos a Dana atrás. No puedo negar que me tiemblan las piernas tan solo de pensar en lo que Zena podría decirle. Zena fue clara conmigo, sabe que estoy empezando una situación que no debería... Pero no sé qué hacer ni como pararla.
La camioneta avanza por calles que no reconozco. Mariano no dice a dónde vamos. Solo conduce, con una mano en el volante y la otra reposando sobre la mía. No la aprieta. No la acaricia. Solo la deja ahí, como si el contacto fuera suficiente para decirlo todo. Entre nosotros, no hay demasiada cursilería, es un hombre de coquetería y gracia, pero me mantiene en la tierra a través de ser consciente de los problemas que estamos enfrentando. Y eso qué aun no sabe lo que me está pasando a mí en lo sentimental...
Yo no sé qué pensar. Mi cuerpo está tenso, pero no por miedo. Es otra cosa. Es esa ansiedad que me da cuando él está cerca. Cuando me mira como si supiera lo que estoy sintiendo. Cuando me habla con esa mezcla de ternura y