147. Gatita
Zacarías
Estaba con mi pequeña loba entre mis brazos, habíamos pasado todo el día juntos en la habitación, mi cuello ardía, estaba tomando los líquidos que me habían dado, para que pudiera recuperarme. Su sed de sangre era cada vez mayor y tal como lo había predicho el sanador, lo más probable era que nuestros bebés, mis hijos, fueran más vampiros que lobos. Estaba preocupado por el parto, se le notaba el vientre redondeado y los claros signos de cansancio, tendría que empezar a ver, cómo hacerla entender, para que bajara un poco el ritmo de trabajo.
-parece que el rey terminó con su castigo-dijo Kyle a mi lado-espero que les haya dado una buena pateadura en el culo, por todo el alboroto que armaron esos tontos.
-no te preocupes mi amor, si el rey no fue tan duro con ellos, cuando me toque hablar a mí, en unos momentos más, les pateare el culo por ti-dije, recordando que me tocaba a mí tener esa pequeña charla, con los tres imbéciles que armaron todo el lío.
-¿escuchaste que Yaris es