POV John
La oscuridad que me envuelve se ve interrumpida por leves murmullos. Voces apagadas, susurros lejanos.
Un quejido escapa de mi garganta justo cuando mis párpados, pesados como plomo, comienzan a levantarse.Me duele todo el cuerpo. Me duele, incluso el respirar. Es como si cada músculo, cada hueso, cada parte de mí hubiese sido aplastada por el peso de un elefante.
A mi lado, una silueta blanca se va haciendo más nítida. A medida que mis ojos se adaptan a la luz, reconozco a quien me acompaña: Thomas. Mi viejo amigo, mi hermano de la vida.
Intento incorporarme, pero él me detiene con firmeza.
—John, no —dice con voz serena—. No hagas movimientos bruscos. Tienes una fisura en las costillas.
Lo miro, confundido. No siento nada. ¿Será la adrenalina? ¿O simplemente mi cuerpo aún está dormido?
—La anestesia sigue haciendo efecto. Pero cuando pase... créeme, vas a sentir que te arrolló un tren —bromea con amargura, negando con la cabeza—. Te dier