Te Amé Una Vez
Te Amé Una Vez
Por: Jazmina
Capítulo 1
—¿Hablas en serio? —el hombre a mi lado levantó la mirada hacia mí—. Después de tantos años juntos…

Alcé una ceja:

—Tres oportunidades de compromiso y no agarró ninguna, quizá no me quiere tanto. Si no me quiere, ¿por qué habría de aferrarme yo? Mejor dejarlo ir, y de paso, liberarme a mí misma.

Samuel Florentino se levantó con decisión y me extendió la mano:

—Entonces está decidido. Yo me encargaré de todos los detalles del compromiso, tú no te preocupes. Te lo prometo: en toda la Ciudad Solara no habrá ceremonia más lujosa que esta.

Lo observé: su traje a la medida marcaba su porte erguido, su rostro era perfecto y atractivo, el hombre con el que sueñan todas las mujeres del círculo social. Pero lo más importante era su mirada: sincera y firme, algo que Jaime Esparza nunca me había mostrado.

—Está bien —dije, sonriendo mientras tomaba su mano.

Al regresar a la villa, saqué todas mis cosas de mi habitación. Justo cuando me disponía a salir, Jaime apareció de repente.

Al verme frunció el ceño de inmediato:

—¿Qué vas a hacer ahora? ¿Salir de casa otra vez?

—¿No es solo que la ceremonia se retrasó un mes? ¿Podrías dejar de hacer tanto drama? ¿Ya eres un adulto o no? —respondí con calma, antes de agregar, indiferente—: Solo es un viaje de trabajo.

Su ceño se relajó:

—¿Por qué no me lo dijiste antes?

—La empresa tuvo un asunto de último momento y tú también estabas ocupado, no quise molestarte —contesté.

Asintió y, como si fuera lo más natural del mundo, dijo:

—Ah, cierto… Patrícia podría venir a quedarse en casa en unos días. Acaba de regresar al país y todavía no tiene dónde vivir.

—Entendido —dije con expresión neutra, arrastrando la maleta hacia la puerta—. No tengo problema, deja que el mayordomo lo arregle, que haga lo que quiera.

Se quedó un momento en silencio, luego me detuvo con una mano:

—¿Tú… cuándo volverás?

—No lo sé, ya veremos. Te avisaré —respondí sin más.

Se relajó, soltó mi mano y se giró para enviarle un mensaje a Patrícia, sin siquiera preguntar a dónde iba yo de viaje.

Regresé a mi casa, y al día siguiente vi en las noticias de entretenimiento las fotos de Jaime recibiendo personalmente a Patrícia Batista en el aeropuerto.

En las imágenes, Jaime le sostenía el paraguas, protegiéndola de la lluvia, mientras su propio hombro quedaba empapado sin que pareciera importarle.

El titular, en mayúsculas y negrita, decía: “Jaime Esparza persigue el amor y conquista a su amada”.

Los comentarios eran puro asombro:

"¡Dios mío, son hechos el uno para el otro!"

"¡Qué envidia, esto es demasiado romántico!"

"Cualquiera que lo vea diría que hacen la pareja perfecta."

De vez en cuando aparecía algún comentario dudoso:

"Pero, ¿no se iba a comprometer Jaime?"

"¿Cómo se sentirá la prometida con esto?"

Esos comentarios se perdían entre la multitud de reacciones.

Reí con desdén, cerré la página y contesté la llamada de Samuel.

—El vestido y las joyas ya están listos, ¿tienes tiempo hoy para probarlos?

—¿Tan rápido? —pregunté, sorprendida.

Cuando me llevó al lugar, me di cuenta de que había invitado a todo el equipo de diseño.

—¡Anda, esta debe ser la novia! —dijo un diseñador de renombre internacional, examinándome y sonriendo—. No me extraña que el señor Samuel esté tan apresurado, ¡tiene una prometida preciosa!

No tuve tiempo de sentirme tímida; enseguida me hicieron probar varios vestidos.

—Estos modelos fueron hechos según las medidas que proporcionó el señor Samuel. Mira si te quedan bien —comentó uno de ellos.

Al girar con la falda, me sorprendió descubrir que me quedaban perfectos.

Me sonrojé y le pregunté en voz baja a Samuel:

—¿Cómo lo supiste?

Él sonrió, con esa expresión inocente:

—Nada, solo le pregunté a tu madre.
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP