La oscuridad me persigue, tu mirada lo hace, pero debo huir, tengo que correr y alejarme de ti, de esta lujuria, de este deseo que se aviva cuando estás delante de mí.

Isabella

El cielo y el infierno se fusionan sobre mi cabeza dejándome sin salida. Por mucho que quiera irme con él a donde sea que quiera llevarme debo ser más sensata. No puedo caer en las garras de un demente.

Tomo un vestido ligero del armario de Linda y me lo pongo, no tengo ropa interior, pero ni en mil años usaría la de mi amiga. Un par de zapatos planos y tomo la peor decisión de mi vida o tal vez la correcta.

Salgo por la ventana.

Si regreso a la sala es posible que no tenga la fuerza para negarme a ir con él. Espero que no haya nadie abajo mirando hacia arriba, trato de no hacer ruido en el descenso y al llegar abajo me echo correr hacia donde dijo Linda que estaba.

Es posible que esté siendo infantil, ¡por dios no es posible, es la realidad, estoy siendo infantil! Soy una mujer adulta, puedo y debo enfrentarlo