Luna
La verdad es como el agua. Siempre encuentra una forma de filtrarse, de escapar por las grietas más pequeñas hasta hacerse visible. Y cuando lo hace, arrasa con todo a su paso.
Estaba sentada en el suelo de la biblioteca de Leonardo, rodeada de carpetas, documentos antiguos y fotografías que había encontrado en una caja fuerte oculta tras un cuadro. Mis manos temblaban mientras sostenía aquella fotografía amarillenta por el tiempo. La había mirado tantas veces en las últimas horas que podría describirla con los ojos cerrados.
Dos hombres sonrientes, estrechando sus manos frente a lo que parecía ser la primera oficina de Santoro Enterprises. Uno de ellos era Vittorio Santoro, el padre de Leonardo, con su característico bigote y mirada penetrante. El otro... el otro era mi padre.
Mi padre, quien supuestamente nunca había tenido contacto con los Santoro.
Mi padre, quien según Leonardo, había sido un simple empleado que había traicionado a su familia.
Mi padre, quien en esta fotograf