Capítulo 57. Creí que éramos familia
—¿Gemelos? —preguntó Andreus. Él seguía aturdido por la noticia y agradecía a los dioses no haberse desmayado.
Callista se mordió el labio.
—En realidad no serán gemelos —respondió—, pero sí mellizos. El doctor nos explicó que cada bebé tiene su propia placenta y su propio saco amniótico.
—¿Eso quiere decir que pueden ser un niño y una niña? —preguntó Pandora, acercándose mientras Callista volvía a su asiento y les explicaba la diferencia entre gemelos y mellizos.
Ella estaba agradecida no solo por la atención de la familia de Apolo, sino por su aceptación y por la manera en la que se involucraban con sus bebés. Los tres se veían contentos y la felicidad era algo que no se podía fingir, lo sabía por experiencia.
La mano de Apolo sacó a Callista de sus pensamientos, ella lo miró y le regaló una auténtica sonrisa de completa dicha y felicidad.
—Tendremos que cambiar el café por té y las compras de curiosidades y chulerías por ropas de bebé —dijo Fay, feliz.
—También nos ocuparemos de pr