La suite era grande y muy cómoda, con una amplia cama que lograba empequeñecer el resto de los objetos.
-He pedido servicio a cuarto- la voz de Kyle la sobresaltó un poco
-La verdad no tengo apetito- respondió nervios
-Yo tampoco, ya he informado a casa de la situación, para que tu padre no se preocupe
-Gracias.
-¿Sucede algo Cariño?, has estado muy callada y reservada, tu no eres así, Alice
-No sucede nada- mintió
-Vamos nena, algo te incomoda y quiero saber qué es, preciosa no me agrada sentirte así
-Si- susurró- sucede todo- sus ojos se llenaron de lágrimas- esa rubia oxigenada. . . – sollozó.
-Oh, Alice- se acercó a ella y la abrazó- no tienes de que preocuparte cariño. Karla es un error del pasado, pero te juro que desde que llegaste a mi vida no he vuelto a mirar a nadie más
-¡Ella te besó!- gimió- ¡te besó y no dijiste nada.
-Amor mío, Karla pertenece al pasado, tú y sólo tú eres mi presente y mi futuro.