Los días transcurrían con rapidez. Alice, se dedicó a comer y comer como nunca, en su último ecografía le habían dicho que el bebé estaba muy bien y que ella había estado subiendo de peso satisfactoriamente, pero. . . que era un embarazo riesgoso y debía tener cuidado.
Todos se dedicaban a consentirla. Todos, menos Lyle, que siempre estaba viendo de lejos todo lo que Alice, hacía. Permanecía oculto entre las sombras como si fuese un espanto.
Alice, no podía dejar de preguntarse; ¿dónde estaba Kyle? Y además, ¿Qué diría él si supiera que estaba esperando un hijo suyo?
Según las cuentas, solo faltaban algunos días y estaría dentro de las doce semanas, aquello quería decir que Alice, había quedado embarazada el día en el que Kyle y ella estuvieron en la cascada, aquel día en el que se habían amado por última vez.
Poco a poco los integrantes de la familia fueron arrepintiéndose de haberla separado de Kyle, pero ese arrepentimiento era inútil, llegaba