Miro la desesperación de mi amiga; parece el final de Bennu, pero no es así. Soy la reencarnación de la Diosa de dioses, Isis, con el poder de curar y revivir a todos los dioses y semidioses. No sé de dónde me viene el conocimiento, pero lo tengo.  

Con el poder de la Luna Suprema, uno mis manos y materializo una rama del árbol sagrado del templo de Ra. En esta rama yace la esencia del ancestro original de Bennu, el origen de su linaje. La lleno con una energía vital tan brillante que parece contener mil soles y la lanzo hacia las cenizas de Bennu.

¡El Alfa Supremo me acompaña, uniendo su energía con la mía! Ambas fuerzas abarcan el pasado, el presente y el futuro. Y entonces, las cenizas responden. ¡Se alzan! ¡De entre ellas, Bennu resurge, no solo como un lobo, sino como algo más! Su rugido, esta vez, no es de furia, sino de renacimiento. Sobre él, etérea y s