53. CHICAS
El estudio de Merytnert es un alboroto desde muy temprano en la mañana, ya que ha hecho que lo acomoden y lo limpien muy bien. Quiere que el encuentro con su cuñada sea perfecto. Le prometió a su hermano que la querría como a una hermana, y eso hará. Ya lo tiene todo arreglado; citó a las chicas a las diez de la mañana. Como todas están embarazadas, ha llenado una mesa de aperitivos y frutas. La primera en llegar es Antoni.
—Buenos días, Meryt —la saluda y protesta al mismo tiempo—. ¡No me acostumbro a tu nuevo nombre!
—Buenos días, Antoni —sonríe Meryt al verla—. Puedes seguir llamándome Angie, si quieres.
—No, Amet siempre me regaña cuando te lo digo. Además, todos te conocen por Meryt —dice Antoni, dándole un abrazo y dos besos—. ¿Cómo te sientes?
—Muy bien. Ayer mi hermano les dio mucha energía a mis bebés y a mí. Estamos más que bien —cuenta Meryt, acariciando su vientre—. Lo único es que estos cachorros míos me están haciendo comer increíblemente. ¡Voy a rodar cuando termine el