Por un segundo eterno, todo a nuestro alrededor pareció calmarse, esperando la respuesta de Paul. Pero no había tiempo que perder. Los gritos de Alex se intensificaron, y su aura comenzaba a expandirse, llena de oscuridad, rompiendo el círculo energético que habíamos formado al inicio.
—Sí, y necesito su ayuda para que no vuelva a rechazarme —había súplica en su mirada. —¿Qué quieres que hagamos? —pregunté, entrecerrando mis ojos en busca de una trampa en este dios del amor. —Quiero que me conecten con el alma del hechicero de Alexis —pidió, para mi sorpresa—. Así, su parte de Neter me va a aceptar. —¿Estás seguro de eso? —pregunté, sin querer hacerlo—. ¿Por qué no mejor esperamos a que Alexis se despierte y así vemos qué hace él? &