Julieta se inclinó ligeramente hacia adelante, examinando el detalle de los rostros en el lienzo. Había algo inquietantemente familiar en ellos.
—¡Vaya! —exclamó repentinamente—. Es increíble el parecido de Angie con su madre. ¡Parecen la misma persona! Horacio asintió con una leve sonrisa, reconociendo lo obvio. Era verdad que su prima y hermana del alfa, era como estar viendo a su madre.—Así es. Meryt es la viva imagen de la Gran Esposa Real Nefertari, su madre —estuvo de acuerdo con una sonrisa. — Y Jacking, como puedes ver, tiene el porte y el rostro del faraón Ramsés, su padre. Julieta lo miró con una mezcla de asombro e incredulidad. La expresión de su esposo era de plena añoranza. —¿Entonces Angie sí es una princesa, y su hermano un rey? —pregunta con incre