Después de la última visita del Alfa Supremo, Isis se quedó aburrida y pensativa. Quería idear un plan para que él se quedara más tiempo con ella. No sabía si era correcto lo que iba a intentar hacerle a su Alfa, pero cada vez que lo veía acercarse, sentía como si sus entrañas se contrajeran. Debía tener mucho cuidado. Por lo tanto, no quería aceptar su propuesta de ser su novia. En su lugar, planeaba proponerle que fueran amigos con derechos.
—¡Isis, estás jugando con fuego!— le gritó su conciencia al escuchar su plan.Desde que tenía uso de razón, Isis había conversado con la voz en su cabeza, a la que atribuía ser su conciencia. Y ahora era una de esas ocasiones en que sostenía una conversación consigo misma, lo cual era común cuando sabía que iba a hacer algo contrario a las enseñanzas. <