JACKING:
Todos están detenidos ante nuestras cuatro imponentes figuras. Somos los dirigentes de la gran manada La Maat Ra. Habíamos salido a realizar un recorrido por la manada cuando sentimos lo que sucedía con los niños.
—Mi Alfa, fue mi culpa —dijo Netfis, inclinándose ante mí—. Yo quería que vieran las luces. —Netfis, ¿no sabes que la nieve es muy inestable en esa ladera y que provoca grandes avalanchas? —pregunté, mirándola muy serio, mientras escuchaba en mi mente la risa de Bennu, que se sentía orgulloso de lo intrépida que era su mitad. —No, mi Alfa, no lo sabía —contestó Netfis, inclinándose. —¡Yo te dije que sentía algo muy peligroso, Net! ¡Pero no me hiciste caso! —dijo Isis, con sus ojos rojos de furia. No le gusta que la regañen, y mu