46. DE NUEVO JUNTOS
JACKING
Negué con la cabeza, envolviéndola completamente con mis brazos, queriendo protegerla incluso de sus propios recuerdos.
—No, Mert, jamás te separarás de mí. Siempre viviremos juntos, aunque te cases. ¿De acuerdo? —le aseguro y, de paso, le pregunto.
—Sí, Ru, yo no quiero estar lejos de ti —dice y vuelve a abrazarme—. ¿Puedo dormir con el hermano Mat?
Meryt continuó llorando contra mi pecho, y aunque su respiración se fue calmando lentamente, sentía su corazón inquieto. La dejé llorar, porque sabía que ese era el comienzo de algo, el inicio de un largo proceso para sanar lo que este mundo había puesto sobre ella.
—Sí, podremos dormir todas las noches juntos hasta que crezcas y te cases —vuelvo a prometer.
—¿Lo prometes? —insiste con su carita llorosa.
—Lo prometo, linda —la abrazo y luego la cargo—. Ahora ven, deja que te ayude a vestirte. Aquí hay que ponerse mucha ropa, porque ahora hay mucha nieve.
Finalmente, sus lágrimas se fueron apagando y su p